Aprendizaje respetuoso como parte de la crianza

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Parejas y memoria


El objetivo de este juego es encontrar las parejas de iguales.
He usado tapones de botellas de agua de 5 litros.
Se van levantando los tapones de dos en dos y se comprueba si son iguales.
Si no forman una pareja, se vuelven a poner boca abajo y se eligen otros dos.
También es un juego de memoria porque hay que recordar cuáles son los tapones que ya hemos levantado antes.
Hay muchas posibilidades para jugar, adaptándonos a la edad de los niños y si están familiarizados o no con este tipo de actividades.
Para empezar, podemos colocar los tapones boca arriba y jugar únicamente a formar parejas, olvidando la parte de memoria.
O si es necesario, podemos dejar uno o dos tapones descubiertos siempre para dar pistas.
La dificultad del juego puede variar simplemente añadiendo o quitando parejas de tapones.

Para este primer juego (luego quiero hacer más, por eso sigo guardando los tapones) he escogido parejas de colores.
Se puede hacer también con números, letras, figuras geométricas, fotos, dibujos...
He recortado círculos de colores de foam, aunque también se podría hacer con cartulina o papel.
Y he encajado los círculos en el interior de los tapones. Ni siquiera he necesitado pegarlos porque han quedado bien ajustados.



Y esto es lo que se me ha ocurrido para hacer después:


Esta es la parte trasera de una caja de detergente.
La información viene en dos idiomas y por eso los dibujos aparecen repetidos dos veces.
Cuando la caja quede vacía voy a recortar los cuadrados con los dibujos y los voy a pegar en el interior de otros tapones.
En total son diez parejas, o sea veinte tapones. Como decía antes, se pueden usar mas o menos tapones para jugar según lo fácil o difícil que se quiera hacer.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Cesta de frutas


Ya he contado en otras entradas que a B le gusta mucho pegar recortes de papel con el pegamento de barra.
Por eso hacemos a menudo trabajos manuales en los que hay que pegar figuras de papel.
Tenemos una caja de quesitos en la que vamos guardando recortes de dibujos y fotos que nos gustan y que después nos vienen bien para muchas tareas.
En esta ocasión B ha hecho una cesta de frutas.

Hemos sacado un puñado de recortes y B los ha clasificado en dos grupos: las frutas y las no-frutas.
En una base de cartulina, tamaño folio, he pegado papel de otro color haciendo la forma de una cesta.
Después B, pegamento en mano y muy emocionado, ha ido pegando las frutas dentro de la cesta.
Con este tipo de manualidades los niños pueden aprender palabras nuevas.
Podemos aprovechar para hacer tarjetas de palabras con los nombres de algunas frutas.
Y otra cosa que ha aprendido B es el concepto dentro-fuera. Porque se ha dado cuenta que pegar las frutas "dentro" de la cesta significaba "en su interior", sin salirse del contorno.

Esta actividad la hemos completado con un paseo por la cocina.
Hemos visto qué frutas tenemos en casa, cuáles de las que nosotros tenemos estaban también en la cesta de papel, de cuáles le gusta a B su sabor, cómo se llaman, de qué color son, cuántas hay en total y cuántas hay de cada tipo...
Otra tarea pendiente es buscar en el abecedario la inicial del nombre de cada fruta.
También, con su padre, aprende cómo se llama cada fruta en árabe.

Y para redondear la actividad nos vamos al mercado, donde hay muchas más frutas y podemos recrearnos con los olores...

sábado, 24 de diciembre de 2011

Busca la letra


Este es un juego de letras que hago con B.
Lo llamamos "busca la letra".
He cogido varios folios y he dividido cada uno en cuatro partes. En cada casilla, en la parte superior, he ido escribiendo las letras del abecedario, y debajo una lista de palabras que contienen la letra en cuestión.
He intentado que la letra esté en distintas posiciones dentro de la palabra: al principio, en medio y al final (si se puede).
La actividad consiste en elegir una letra e irla buscando en cada una de las palabras que hay en la casilla.
Al principio B señalaba la letra con el dedo y yo la marcaba con el lápiz. Pero ahora está tan motivado con este juego (él mismo me pide a veces "buscar la letra", es decir, que le saque los folios con las palabras) que quiere ser él mismo quien vaya señalando las letras con el lápiz. Mucho mejor, porque así también practica con los trazos.
Otras veces cambia las reglas del juego (y yo le dejo, prefiero que sea espontáneo) y se pone a buscar la letra que a él se le ocurra aunque no coincida con la de la casilla.
También juega en la calle y va buscando letras en las palabras que encontramos por el camino, en nuestros paseos.
Incluso dentro de casa se entusiasma a veces y va buscando letras en las marcas de los aparatos, los folletos, los libros...

Una variante de esta actividad la hacemos con el teclado del ordenador.


En el teclado las letras no están colocadas siguiendo el orden del abecedario, por eso da mucho juego para actividades de este tipo.
Yo le digo a B una letra y él la tiene que localizar en su tecla correspondiente.
Para motivarle más, lo que hago es abrirle Word y poner bastante grande el tamaño de la letra, la pongo en negrita y elijo algún color llamativo.
De esta forma, cuando B pulsa la tecla de la letra que yo le diga, pues sale esa letra escrita en la pantalla y esto le pone aún más contento.
A veces él solo se pone a buscar las letras en el teclado, fijándose en alguna palabra escrita que se encuentre cerca.
Nunca deja de sorprenderme la forma en que los niños avanzan solos en su aprendizaje. Está bien ofrecerles una guía, pero si les damos un poquito de libertad sin intentar dirigirles tanto, resulta que ellos solos nos demuestran cuántas ganas tienen de aprender.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Nos fijamos en el paso del tiempo


Ahora que ha llegado el invierno puede ser un buen momento para que B empiece a conocer el concepto del tiempo, o más bien, del paso del tiempo.
Y digo lo del invierno porque el transcurso de las estaciones del año también es una forma de observar el paso del tiempo.
Podemos comentar los cambios que vemos en todo lo que nos rodea: el clima, el aspecto del paisaje, nuestra forma de vestir, las cosas que hacemos...
El calendario y el reloj son las formas que solemos usar en nuestra vida diaria para medir el tiempo.
Y como va a llegar pronto el año 2012, podemos encontrar multitud de calendarios de todo tipo.
Los calendarios son objetos muy interesantes desde el punto de vista del aprendizaje y pueden dar lugar a muchas actividades.
Mi idea es conseguir un calendario completo para B. Quiero decir un calendario tipo póster en el que vengan todos los meses juntos para que se pueda ver todo el año al mismo tiempo. Lo pegaremos en la pared de su habitación, a su altura.

Con el calendario podemos:
- Conocer los números hasta el 31 (ahora B conoce hasta el 20).
- Aprender los nombres de los días de la semana, meses del año y las cuatro estaciones (pero no como listados de palabras que se aprenden de memoria y no tienen ningún sentido, sino relacionados con su día a día y aprendidos después de observarlos muchas veces).
- Entender los conceptos antes-después y pasado-futuro.
- Iniciarse en las sumas y restas, calculando los días que han pasado, los días que faltan para acabar el mes, cuánto falta para una determinada fecha...
- Los más mayores pueden incluso empezar a estudiar las fases de la luna o los movimientos de la Tierra alrededor del Sol.

La actividad que quiero proponerle a B es que cada mañana señalemos el día en el que estamos. Que sepamos en qué mes nos encontramos y en qué día de la semana.
Que señalemos en el calendario fechas importantes para nosotros y vayamos calculando si falta mucho o poco para que lleguen.
He recortado una tarjeta de cartulina para señalar la llegada del invierno (es la de la foto del principio). Quiero hacer otras parecidas para las demás estaciones y pegarles velcro por la parte de atrás. Junto al calendario pegaré también un trozo de velcro y así podemos ir marcando la estación en la que estamos en cada momento.
Otra idea que se me ha ocurrido es elegir un paisaje y fotografiarlo en las distintas estaciones para comparar los cambios.

En estos días he visto varias propuestas de calendarios en otros blogs. Podéis ver algunos de los que me han gustado aquí y aquí.
Si tenéis mas ejemplos y queréis compartirlos, podéis dejar los enlaces en los comentarios.
Me gustaría que este blog fuese también un lugar en el que compartir la información y las ideas de tod@s.

martes, 20 de diciembre de 2011

Lo que guardamos en el trastero

Las personas que tenemos trastero en casa sabemos muy bien que esto implica no tirar casi nada a la basura. Todo acaba en el trastero.
Y acumulando cosas nos vamos olvidando de las primeras que guardamos, sobretodo si son cosas pequeñas.
Estaba hace un rato mirando una página de internet en la que venden material de aprendizaje muy interesante, manipulativo y sensorial. Y algunas de las cosas que estaba viendo despertaron mi memoria y me hicieron recordar que en mi trastero había objetos con los que poder hacer actividades parecidas.
Así es que me puse manos a la obra, y este es el resultado:

Con un trozo de fieltro adhesivo y la parte rugosa de un estropajo tenemos un material sensorial estupendo para comprender los conceptos suave-áspero.
Lo podemos pegar sobre un cartón para que sea un material fijo.


Estos son restos de una barra de cortina y sus accesorios.
En los extremos del trozo de barra he pegado cinta aislante para evitar arañazos.
El resto de objetos son un soporte y el terminal de la barra.
El terminal tiene una especie de tapa que se pone y se quita a presión.
Todos las piezas se pueden encajar unas dentro de otras.
La barra es de un metal fino que pesa poco, el resto de las cosas son de plástico rígido.




Esto es un tirador con su tornillo.
Para que la actividad sea más fácil, he usado como base la tapa de una caja de quesitos.
He metido el tornillo en el centro y lo he pegado por la parte interior para que quede fijo.
Es una actividad para entrenar la motricidad fina.


Y por ultimo, para entrenar destrezas de manos y muñecas, piezas para enroscar.
Es material de fontanería.
Una de las piezas es de plástico rígido y al pesar muy poco facilita la actividad.


domingo, 18 de diciembre de 2011

El juego de la caja


Este es un juego de agrupar objetos por parejas.
Es muy sencillo de preparar porque lo podemos hacer con cosas que tenemos en casa.
Buscamos objetos que sean iguales. Metemos un miembro de la pareja dentro de la caja y el otro lo dejamos sobre una mesa.
Yo he usado: calcetines, posavasos, llaves, piezas del juego de construcción, cucharas, guantes y tapones.


A los niños les encanta buscar dentro de las cajas, sacar cosas, descubrir que hemos escondido dentro...
Lo que tienen que hacer es ir sacando objetos de la caja, de uno en uno, y encontrar su pareja sobre la mesa.
B ha ido colocando cada cosa al lado de su igual, y las piezas de construcción directamente las ha encajado una sobre otra.


El juego se puede complicar un poco mas si buscamos objetos de la misma familia, muy parecidos y que solo cambie una cosa: color, tamaño, forma...
A mí se me ha ocurrido hacerlo con:
Parejas de calcetines en las que sólo cambie el color.
Parejas de llaves de diferente forma y tamaño.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Escuelas a distancia


Muchas de las familias que practican la enseñanza en casa (o homeschooling) recurren a la opción de las escuelas a distancia.
Este tipo de escuelas suelen ofrecer notas oficiales de cada curso superado, titulación, apoyo, orientación y recursos educativos (que pueden incluir o no el material necesario para el aprendizaje).
Tengo referencias de dos de estas escuelas: Epysteme y Cidead.

Epysteme está vinculada a la escuela estadounidense Orange School y ofrecen un sistema de educación on-line en español.
Tienen distintos programas que incluyen más o menos recursos (según las necesidades de cada familia) y el precio es diferente también para cada programa.
El Programa Portafolio implica que la familia es la encargada de recopilar todo el material que van a utilizar y al final de curso deben enviar un documento explicando los trabajos y conocimientos adquiridos por el alumno y el material usado.
El Programa Portafolio Guiado es parecido al anterior, pero incluye una guía con los contenidos del curso, instrucciones de organización y planificación.
El Programa Standard incluye el programa del curso y todo el material necesario.
Es obligatorio matricularse por cursos completos.
Se admiten alumnos a partir de tres años.
Las evaluaciones se hacen a partir de proyectos o trabajos que hay que enviar cada cierto tiempo.

Cidead es el Centro para la Innovación y Desarrollo de la Educación a Distancia. Está vinculado al Ministerio de Educación.
Está orientado a los alumnos residentes en el extranjero (este sería nuestro caso personal) y a los residentes en España que, por causas excepcionales, no pueden seguir la enseñanza presencial ordinaria (familias de vida itinerante, dedicarse a actividades especiales...).
Es obligatorio matricularse por cursos completos.
Admiten alumnos a partir de seis años.
La matricula es gratuita.
Tienen un listado de libros de texto por cada curso. Estos libros son fijos y obligatorios, y su adquisición corre por cuenta de cada familia.
La evaluación se realiza a través de actividades que hay que enviar de forma periódica y a través de exámenes presenciales.
Para los alumnos residentes en España, Cidead indica los centros de exámenes existentes.
Para los alumnos residentes en el extranjero, los exámenes se hacen en las embajadas y consulados.

Otra opción un tanto diferente a las escuelas a distancia como las anteriores es la que nos proponen desde la Escuelita on-line A.L.A.S.
Las siglas A.L.A.S. significan Aprendiendo Libremente A Ser.
Este es un espacio virtual que ofrece apoyo a las familias que practican homeschooling.
Ofrecen recursos, actividades y material de todos los contenidos académicos de los programas oficiales de la escuela primaria.
Implica menos rigidez que las opciones anteriores, por eso los contenidos se organizan por módulos y no es obligatorio adquirir los cursos completos.
Las actividades se plantean por temas y no por tiempo, así cada alumno lleva su propio ritmo.

Si conocéis otras escuelas a distancia o propuestas como esta última y queréis compartir la información, podéis dejar los datos en los comentarios.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Juguetes para niños y niñas de tres a cuatro años


Hace unos días hablaba de los juguetes para niños y niñas de dos a tres años. Hoy les toca el turno a los que están entre tres y cuatro años.
Y he elegido estos dos tramos de edad porque son los que incluyen a B, que ahora tiene tres años.

Los niños y niñas de estas edades no paran, cuando tienen la menor posibilidad corren, saltan o trepan por cualquier lugar que se encuentre a su alcance. Por ello, una buena opción serían aquellos juguetes que les proporcionen libertad de movimientos y que les sirvan para hacer cualquier tipo de ejercicio físico:  pelotas, canastas de baloncesto, raquetas, bicicletas, patines...

Incluso, si disponéis de jardín en vuestra casa o de un patio mas o menos grande que permita cierta libertad y variedad de movimientos, toboganes o columpios infantiles pueden ser buenos regalos, a la vez que les ayudará a estimular la motricidad gruesa.

Para aquellos momentos en los que los juegos al aire libre no sean posibles, a partir de los tres años pueden hacer puzzles de mayor complejidad o juegos de construcciones.

Pueden divertirse también mediante juegos lógicos, como pueden ser los dominós o las cartas para jugar a las parejas.

Las muñecas y muñecos ayudarán a nuestros hijos a desarrollar varios aspectos: como puede ser el esquema corporal (para ir conociéndose mejor a sí mismos y, de esta forma, detallar con mayor precisión las distintas partes del cuerpo), mejorar el vestido y desvestido, conocimiento más preciso de la sociedad que les rodea y construir sus propias historias.
(Extraído de Juguetes recomendados para cada edad: de tres a cuatro años, por Iván Amado para Bebés y más)

martes, 13 de diciembre de 2011

Muelles de papel


Esta es otra de las manualidades que he hecho con B.
Así es como lo hemos hecho:
Se recortan tiras de papel del mismo ancho y longitud.
Nosotros hemos usado dos colores.


Unimos dos tiras de papel por sus extremos, de forma perpendicular.
Hemos pegado con celo los extremos para que luego no se deshaga el muelle.


Y simplemente vamos doblando las tiras de papel, una sobre la otra, cada vez un color, hasta el final.


Cortamos el papel que sobra para que todo quede igualado.
También unimos los extremos del final con celo.
Tiramos con cuidado de los dos extremos para alargar las tiras de papel y abrir el muelle.
¡Y ya está!


La parte superior del muelle se puede decorar de muchas formas.
Nosotros hemos hecho varios muelles y hemos pegado encima recortes de figuras geométricas que nos han sobrado de otro trabajo manual: formas y colores.


Y para terminar, hemos pegado los muelles sobre una base de cartulina.


Son divertidos porque con pequeños toques rebotan ligeramente y se mueven hacia los lados.
Y hay cientos de posibilidades.
Se pueden hacer los muelles con papel verde y pegar una flor en la parte superior. Y ya tenemos un jardín de papel.
También se pueden pegar letras para formar nombres.
Si los hacéis, contadme vuestras ideas.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Formas y colores


Este es un trabajo manual que ha hecho B.
Con él se ha iniciado en el reconocimiento de las figuras geométricas, a la vez que sigue practicando con los colores.
Para empezar he elegido las formas más sencillas: cuadrado, triángulo y círculo.
He querido completarlo con el rectángulo y el rombo.
Y he añadido también estrellas porque es una forma que a B le gusta mucho y de esta manera se siente más motivado a la hora de hacer esta actividad.

He dividido en varias partes una cartulina y en cada una he escrito el nombre de un color.
Por otro lado, he recortado las figuras geométricas en varios colores.
B acaba de descubrir el manejo del pegamento de barra, así es que esta encantado cada vez que tiene que pegar algo.
Lo que ha hecho es agrupar las figuras geométricas según su color y pegarlas en las casillas correspondientes.
También se puede hacer en base al otro criterio: agrupar los recortes según su forma geométrica, independientemente del color. De hecho, yo aconsejaría hacerlo de las dos formas para que los niños se den cuenta de que los criterios de agrupación pueden ser muy diversos.

Una vez que la cartulina está completa, lo que hacemos es sacarla de vez en cuando para practicar.
Le pido a B que me señale el círculo amarillo, el triángulo verde...
Y a veces damos paseos por la casa y jugamos a buscar cosas que sean redondas, cosas que sean de color azul...
Y ahora, sin que yo se lo pida, él va viendo figuras geométricas por todas partes y las va nombrando.
También le gusta decir de qué color son las cosas que se va encontrando.
Y es que paseando dentro de casa también se puede aprender mucho.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Cómo me organizo


Cuando B iba al colegio pasaba seis horas y media fuera de casa.
Yo aprovechaba esas horas para tener al día todas mis tareas.
Ahora que B aprende en casa, hay días que siento que no llego a todo.
Mucha gente cree que los niños que aprenden en casa están abandonados a su suerte, que no hay adultos que se implique activamente en su educación, supervisando sus tareas y proponiendo actividades.
Nada más lejos de la realidad.
Yo procuro que mi hijo no esté solo y que me acompañe en todas las tareas en que sea posible, ese también puede ser un tiempo de aprendizaje y, sobretodo, de compartir.
Pero es cierto que para que todo esto funcione bien es imprescindible una buena organización.
He pensado mucho sobre este tema y quiero poner en práctica las siguientes cosas:

Hacer el firme propósito de madrugar más y levantarme, al menos, una hora antes de lo que vengo haciendo hasta ahora.

Revisar las tareas domésticas y clasificarlas.
Ver cuáles es necesario hacer todos los días y cuáles no.
Ver cuáles son más rápidas y fáciles y cuáles necesitan más tiempo y esfuerzo.
Ver cuáles son urgentes y cuáles pueden esperar un poco.

Dedicar las primeras horas de la mañana a las tareas diarias, las fáciles y las urgentes; de tal forma que las tardes y una pequeña parte de las mañanas queden libres.
Dejar el resto de tareas para el fin de semana.

Planificar, cada fin de semana, las actividades que voy a proponer la semana siguiente (ya que no practico unschooling, aunque si sigo varios de sus principios). Procurando que haya alternativas por si algo no le interesa a B, y variedad de temas. Procurando también hacer actividades diarias relacionadas con cada uno de los cinco temas en los que he dividido los contenidos: matemáticas, actividades previas a la lecto-escritura, yo y mi hogar, el mundo que me rodea y expresión.
En una próxima entrada me gustaría hablar con más detalles de esta organización de las actividades.

Tener la suficiente flexibilidad para cambiar los planes si, de forma espontánea, surge la posibilidad de hacer otra cosa.

Cuando no haya mucho tiempo libre, pedir a B que me acompañe en mis tareas e intentar sacar un hueco para sentarnos juntos y hacer lo que él proponga.

Intercalar las actividades dirigidas (siempre proponiendo, nunca obligando) con ratos de juego libre.

Que B dedique el fin de semana (mientras yo hago las tareas "grandes") a jugar o salir con su padre. Tener preparadas también para estos días actividades que necesiten una supervisión mínima, pero siempre sin dejarle solo.

Hacer una especie de diario para no olvidar nada.
Anotar en él todas las ideas, cosas pendientes de hacer, material que hay que comprar, temas para nuevas entradas...

¿Me recomendáis más cosas?

viernes, 9 de diciembre de 2011

Ya tenemos el tablero de números


Estoy emocionada, por fin terminé el tablero.
Hace ya unos meses que encontré la idea en el blog Homeschool en México: Aprendiendo sin escuela. Podéis verla aquí. (Y todas sus utilidades)
Su tablero tiene cien números, el nuestro lo he hecho del 1 al 20. Aunque mas adelante quisiera hacer también el de cien.
He ido guardando los tapones de rosca de los envases de leche. Tengo que decir que he cambiado de marca solo para poder juntar los tapones.
Dos de los tapones vienen de paquetes de zumo, y al ser de un color diferente los he usado para hacer el principio y el final de los números.
La base del tablero es un cuadrado de madera de 20 cm por cada lado.
Con una regla he dividido el tablero en veinte casillas para que luego, al pegar los tapones, me quedasen mas o menos centrados.
Los cierres de los tapones van pegados con pegamento un poco fuerte, a prueba de B.


Después he dibujado círculos en un papel, he escrito los números dentro y los he recortado.
He pegado cada círculo sobre cada tapón.
¡Y trabajo terminado!


En un cuadro de cartulina he dibujado una plantilla con los números escritos en el mismo orden.
La idea es que B vaya colocando los números sobre el tablero siguiendo su orden tal y como él lo conoce o tomando la plantilla como modelo.
Todavía no esta muy habituado a trabajar con plantillas. Mas adelante, cuando lo domine mejor, me plantearé hacerle el tablero de cien números y su correspondiente plantilla.


B esta encantado con este sistema de números. Le entusiasma enroscar y desenroscar los tapones.
Y el resultado es bastante mejor que cuando trabajamos con material "suelto". De esta forma los números no se mueven sin querer como nos pasa a veces con otras cosas.
En otra entrada, si Dios quiere, hablare de otras tareas que también he pensado para hacer con el tablero.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Tarjetas de palabras


B ya reconoce las letras del abecedario.
Los meses que fue al colegio aprendió a nombrar las letras en francés. Ahora se niega a olvidarlo.
Me parece bien.
Por eso cuando repasamos el alfabeto decimos primero las letras "en español" y luego "en francés".
Después jugamos a nombrar letras que vamos encontrando en casa: las marcas de los electrodomésticos, las palabras de los envases de comida... y mucho más.
B las reconoce bien, pero a veces dice su nombre es español, a veces en francés y otras veces las mezcla.
No es grave, necesita tiempo.
Ahora está aprendiendo que las letras se pueden unir para formar palabras. Y que las palabras que conocemos se construyen con las letras del abecedario.

En este punto he empezado a proponerle las tarjetas de palabras.
Las primeras palabras que he elegido son las que creo que son más esenciales para él, o sea nuestros nombres: PAPA, MAMA y su nombre.
No he creído necesario poner imágenes con estas palabras porque ya tienen un valor muy significativo para él. Pero siempre tenemos la opción de pegar una foto pequeña al lado de cada nombre.
He recortado tarjetas de cartulina y en cada una he escrito una palabra en letras mayúsculas.
Después he recortado cuadrados pequeños en los que he ido poniendo las letras necesarias para formar cada palabra.

La actividad consiste en:
Pongo las tarjetas sobre la mesa y al lado las letras mezcladas.
B elige una tarjeta y yo le digo lo que pone en ella (B todavía no sabe leer aunque ya reconoce lo que pone en estas tres primeras tarjetas).
Juntos vamos nombrando las letras que están escritas, o sea, las letras que forman la palabra.
A continuación, él empieza a buscar las letras una a una, tomando la tarjeta de la palabra como modelo. Y cuando encuentra una letra, la va poniendo debajo de la tarjeta en el orden correcto.


Para las siguientes tarjetas, he elegido palabras con pocas letras y que sean familiares para él. Cosas que él nombra a menudo y conoce muy bien su significado.
A partir de estas tarjetas si que he querido poner un pequeño dibujo al lado de la palabra.
Así, cuando B ve el dibujo sabe lo que pone en la tarjeta aunque todavía no pueda leer la palabra.
La asociación de imágenes y letras escritas en un determinado orden le facilitará después la lectura de esa palabra.


B ha recibido un regalo de su padre hace poco: unas acuarelas.
Está encantado con ellas.
Y el otro día me ha sorprendido diciéndome "mamá, escribe acuarela".
Enseguida me he puesto a hacerle la tarjeta porque cuanto más implicado este el niño con el objeto de aprendizaje, mucho más lo facilitaremos.
La palabra "acuarela" no cumple mi condición de ser una palabra con pocas letras, pero tanto le gusta a B que no tiene problemas para hacer bien esta tarea.

martes, 6 de diciembre de 2011

Juguetes para niños y niñas de dos a tres años


Los juguetes más adecuados serán los que fomenten y se adapten a sus nuevas habilidades, siendo seguros para su edad, pues hay que tener mucha atención con eso, ya que a esta edad todavía son inconscientes de los peligros y también se llevan muchas cosas a la boca, por lo que hay que descartar los juguetes para niños más mayores que tengan piezas pequeñas que puedan tragarse.

Encajables de hasta ocho o diez piezas con colores y formas llamativas, construcciones en madera o de otro material que no pese en exceso y sin aristas, vasos de diferentes tamaños, serán juguetes que les permitan experimentar con formas y tamaños.

Los cuentos, especialmente los que tengan animalitos o ilustraciones de cosas que conozcan, les encantarán. Deben ser de paginas de cartón, con poca letra (que le leeremos) y resistentes para que también puedan manipularlos ellos mismos.

Las tizas y pinturas de dedos, y las ceras adecuadas para esta edad (atención con esto) les van a encantar, pues el efecto de las líneas de colores, aunque no sean figurativas, supone una experiencia fascinante, siempre que no les forcemos ni obliguemos, pues no todos los niños están preparados para pintar a esta edad.

Instrumentos musicales sencillos, como xilófonos, panderetas, tambores, maracas y pianos serán otro acierto seguro, pero teniendo en cuenta que habrá que aceptar que hagan un poco de ruido alocado cuando se pongan a ello.

Los juegos de representación empiezan a gustarles. El juguete estrella serían las cocinitas con comida de madera o tela, que no tengan piezas pequeñas que puedan romper o tragar. También les encantarán los disfraces, muñecas y marionetas.

Los animales de juguete, los peluches, las casitas en las que esconderse, los columpios y toboganes pequeños, y las tiendas de campaña o los túneles serán otro acierto seguro, igual que las pelotas de todos los tamaños y los caballitos de balancín.
(Extraido de Juguetes recomendados para cada edad: de dos a tres años, por Mireia Long para Bebes y mas)

domingo, 4 de diciembre de 2011

Propuestas para contar

Cuento de números


Este sistema de conteo es de los más básicos y sería el paso previo antes de pasar a las otras propuestas.
Se trata de un cuento en el que aparecen grupos de dibujos y al lado está escrito el numero correspondiente a cada cantidad.
Lo que B tiene que hacer es contar los dibujos que hay en cada grupo y comprobar que la cantidad coincide con el número.

Rellenar las casillas


He cogido dos folios y he dibujado casillas con los números del 1 al 10.
Al lado de cada número he dejado una casilla más grande vacía.
Le pongo a B los folios sobre la mesa y un cuenco con objetos no muy grandes para que quepan bien en su sitio.
Solemos usar garbanzos.
B va cogiendo garbanzos, uno a uno, y los va colocando al lado de cada número en la cantidad que corresponda.
En el blog de Inma, Para mi peque con amor, hay una idea más creativa que incluye dibujos y paquetitos. Me parece estupenda para los más peques y los que se están iniciando en el conteo. Podéis verla aquí.
Días después, buscando información en el blog  Homeschool en Mexico: Aprendiendo sin escuela, encontré algo parecido pero con más material de trabajo. Son las Tiras para contar, si os interesan podéis descargarlas aquí (aprovecho para dar las gracias a Jeannette, de Montessori en el Hogar, por compartir el material).

Hacer parejas


Para esta actividad he recortado veinte tarjetas de cartulina.
En diez de ellas he escrito números del 1 al 10, y en las otras he dibujado puntos en diferentes cantidades que van desde uno a diez.
Pongo todas las tarjetas sobre una mesa. Las de los números en un lado y las de los puntos en otro.
B va eligiendo tarjetas de puntos, de una en una. Cuenta los puntos que hay y busca la tarjeta con el numero equivalente.
Así va formando parejas de números y puntos.

La huevera


Esta propuesta la he encontrado hoy, así es que todavía no la hemos usado.
Se trata de coger una huevera y escribir un número en cada uno de sus huecos.
Luego los peques tienen que ir poniendo dentro diversos objetos en la cantidad que indica cada número.
La propuesta está publicada en Edukame y podéis verla aquí (la foto también es de ellos).

viernes, 2 de diciembre de 2011

Habilidades con los pasos

Estos días, a ratos, estamos haciendo una actividad nueva para entrenar los movimientos del cuerpo.
Hemos empezado con pies y piernas.
Con estos juegos mejoramos la coordinación y el equilibrio y el niño toma conciencia del control que puede ejercer sobre su propio cuerpo. Y, sobretodo, pasamos un buen rato juntos.
Estas son las cosas que hacemos:

Caminamos dando palmadas.
Una palmada, un paso, una palmada, un paso...
Dos palmadas, un paso...
Dos palmadas, dos pasos...
Esta también es una forma de hacer series.

Caminamos hacia atrás.
Intentamos hacerlo siguiendo una línea recta.
B se parte de risa.

Caminamos levantando los brazos.
Ahora trabajamos la coordinación brazo-pierna.
Cada vez que damos un paso levantamos el brazo del mismo lado.
La secuencia es pie derecho-brazo derecho, bajamos el brazo, pie izquierdo-brazo izquierdo, bajamos el brazo...
Mas adelante, cuando B domine este ejercicio, empezaremos a hacerlo levantando el brazo del lado contrario.

Avanzamos dando saltos.
Es como una carrera de sacos, pero sin carrera y sin saco.
Ponemos una meta y tenemos que llegar a ella dando saltos. Nadie gana ni pierde.
Este ejercicio es el que mas le gusta a B.

Avanzamos a la pata coja.
Es un ejercicio parecido al anterior, pero vamos saltando a la pata coja.
Cada vez usamos una pierna distinta.

Caminamos punta-talón.
Creo que este es el que más equilibrio y coordinación requiere.
Consiste en dar los pasos de tal forma que la punta del pie que esta atrás toque el talón del pie que esta delante (como en la foto).
Por el momento tengo que sujetar a B para que no se caiga, pero estoy segura que pronto sera capaz de hacerlo solo.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Seguimos experimentando con el hielo

Hace varios días contaba cómo B había empezado a experimentar con los cambios del agua.
Ya conoce el paso de liquido a sólido por la congelación y el paso de sólido a liquido cuando el hielo se derrite.
Podéis verlo aquí.
Como esta actividad le gusta mucho, he decidido seguir con ella. Pero he hecho una variación añadiendo un elemento nuevo: la sal.
Hemos cogido un vaso de plástico y le hemos llenado de agua hasta la mitad.
Después de varias horas el agua ya estaba congelada.
Hemos volcado el hielo en un cuenco y B le ha echado un puñado de sal por encima.
Al cabo de un rato la sal ha empezado a derretir el hielo formando unos agujeros que se han extendido hacia el interior en forma de túnel.
Entonces he cogido colorante alimentario en polvo y lo he disuelto en un poco de agua para conseguir un liquido amarillo.
Con una pipeta pequeña de las que vienen en algunos medicamentos (por ejemplo, gotas para la nariz) hemos puesto el liquido amarillo dentro de los agujeros.
Y el resultado ha sido una pequeña obra de arte que ha sorprendido a B.




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